El abogado César Sivo sostuvo que por “los elementos que utilizaron y la direccionalidad de los golpes” el resultado letal fue posible en dos ataques. Para la DAIA en cada audiencia se demuestra que se trata de una “organización nazi”.
En una nueva audiencia en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata por el juicio contra ocho jóvenes acusados de haber cometido hechos de violencia amparados en una organización nazi, una de las querellas consideró que en dos de los ataques hubo intención de matar a las víctimas y pidió ampliar la imputación para seis de los acusados.
El abogado que representa a una de las víctimas, César Sivo, explicó que “hay dos hechos que se juzgan con lesiones graves agravadas, pero en los que advertimos que la intencionalidad, de acuerdo a los elementos que utilizaron y la direccionalidad clara a las partes vitales del cuerpo de los impactos, eran la de dar muerte”.
Ante este nuevo escenario planteado, el abogado Sivo solicitó a los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernando Bibel, cambiar la imputación y agravarla a “tentativa de homicidio calificado”.
De esta manera, el cambio de calificación afectaría a Alan Emmanuel Olea, Gonzalo Salomón Paniagua, Nicolás Caputo y Oleksandr Levchenko (23).
“Los testimonios de las víctimas fueron contundentes. Ratificaron lo que dijeron en la instrucción y agregaron algunos componentes, por lo que entendimos que hay que ampliar la acusación”, expresó el abogado querellante y agregó : “Pegarle a alguien en la cabeza con un tubo de pvc relleno de cemento es razonablemente posible el resultado letal”.
“Lo que se ve es un actuar coordinado en el que claramente hay una organización que excede lo momentáneo. Esta organización de intolerancia es evidente”, manifestó Sivo.
Ante este nuevo escenario planteado, de una acusación mayor, resta ver si será acompañada por el representante del Ministerio Público Fiscal, Juan Manuel Pettigiani y qué harán las defensas. De todos modos, el tribunal les dio tiempo para preparar sus respuestas hasta el martes que viene. Mientras tanto, hoy a partir de las 14, por razones de agenda de Tribunal, declararán 3 testigos ofrecidos por las defensas.
El abogado Cristian Moix, en representación de los imputados Gonzalo Salomón Paniagua y Nicolás Caputo, volvió a remarcar que “no hay ningún tipo de organización neonazi en Mar del Plata”.
Para el abogado defensor, durante las audiencias “se dijeron muchas mentiras por parte de los denunciantes y algunos pseudo organismos de derechos humanos o ONG” y agregó que “sí hay sectores en la ciudad que tienen un pensamiento de derecha, que es totalmente legítimo, como hay también pensamientos de izquierda”.
Moix considera que al finalizar el juicio, el Tribunal Oral Federal absolverá a los imputados “por los delitos de odio de organizaciones de supremacía racial, porque si bien pueden haber personas aisladas que tuvieron alguna pelea casi de tribus urbanas de jóvenes, no hay ningún tipo de organizaciones neonazis o antisemitas”.
“El juicio va a tener con una sentencia absolutoria. No hay organizaciones neonazis. Luego de los juicios por la verdad, como no hay más militares para enjuiciar, los organismos de derechos humanos se quedaron sin materia prima y buscan la construcción de nuevos monstruos y quieren en jóvenes de bandas de rock locales construir nazis o neonazis”, consideró el abogado Cristian Moix.
Los hechos
A través de la presentación de más de 100 medidas de prueba, para el Ministerio Público Fiscal quedaron acreditados doce hechos concretos.
En septiembre de 2014 una mujer transexual fue agredida por cuatro hombres armados con palos, entre los que se encontraba Levchenko, quienes la golpearon, le generaron lesiones cortantes detrás de la rodilla derecha, la cabeza y el dedo meñique de la mano izquierda.
En la tarde del domingo 11 de enero de 2015, en la zona de Playa Grande, una joven fue interceptada por Franco Pozas mientras caminaba. “Tené cuidado porque somos muchos los pelados en Mar del Plata”, la amenazó Franco Pozas, luego de mostrarle su tatuaje del águila del Tercer Reich con la cruz esvástica. Todo porque la víctima llevaba un tatuaje que decía: “Ni sumisa, ni devota”.
El 12 de octubre de 2015 un hombre militante de una organización que defiende la diversidad sexual fue amenazado en Balcarce entre Salta y Jujuy por Levchenko. “Vos cuidate porque te voy a acuchillar”, le dijo.
Días después, el 24 de octubre de 2015, en las inmediaciones de plaza España, Olea, Marcos y Nicolás Caputo, Paniagua y Levchenko, entre otros, persiguieron, golpearon y lesionaron a dos víctimas, exhibiendo palos, tubos de PVC rellenos con concreto, maderas con clavos y otros objetos contundentes. Ese mismo día, Nicolás Caputo había amenazado a un joven que se encontraba en plaza España. “Hija de p… te vamos a matar, sacate ese parche porque te voy a ir a buscar y te voy a sacar ese parche con una tenaza”, en alusión a una insignia de la agrupación Acción Antifascista que llevaba la víctima en su brazo.
El 20 de noviembre del mismo año, Giuliano Spagnolo y Levchenko, junto a otro sujeto, pintaron una cruz esvástica en el frente de una ONG. El mismo día, un rato después, pintaron leyendas neonazis en la casa de una víctima y en el local partidario del Frente para la Victoria.
El 8 de diciembre de 2015 dos hombres, uno de ellos el imputado Giuliano Spagnolo, agredieron a un joven militante de una organización por la diversidad sexual. Al advertirlos fuera de un negocio de comidas, del centro marplatense, salió del lugar. Cuando iba caminando sintió un golpe en la cabeza y una patada en la rodilla y cayó al suelo, perdiendo el conocimiento. Se despertó dos días después en el Hospital Regional con lesiones oftalmológicas, con pérdida de visión del ojo derecho, destrucción total del tabique nasal, lesiones en los pómulos y pérdida de una pieza dentaria.
Hubo un hecho que si bien se atribuyó a la organización, no se acreditó la identidad de los autores: fue una pintada, en diciembre de 2015, de una cruz esvástica en el comercio de un militante social.
El 14 de febrero de 2016 imputados en esta causa atacaron, con caños de pvc rellenos de cemento, cascotes y cajones de verdura, el local de un activista por la diversidad de género, que ya había sido amenazado. Uno de los agresores gritaba: “Homosexual, vamos a venir hasta que te podamos matar”, y otro exhibía un arma de fuego.